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Trabajo de Graduación

Licenciatura en Artes Plásticas

Orientación en Grabado y Arte Impreso

 

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Título:

Tiempos Líquidos

Tema:

El Libro de artista como Obra Conceptual

 

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Lara Pizarro                                                              

DNI 35.834.700

Leg. 61782/8

E-mail: larapizarro91@gmail.com

Profesor Titular: Lic. Guillermina Valent

Diciembre 2020

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FUNDAMENTACIÓN

El presente trabajo de graduación, correspondiente con la Licenciatura en Artes Plásticas con orientación en Grabado y Arte Impreso, se propone reflexionar en torno al tema: “El libro de artista como obra conceptual”. Para lo cual se planea la realización de una serie de libros que reinterpretan el concepto de tiempo líquido desarrollado por el sociólogo Zygmunt Bauman (2005), a partir de lo que se aspira a representar de modo metafórico, poético y sensible aspectos de los tiempos en contexto de pandemia. Los líquidos poseen la cualidad de la fluidez, lo cual el autor vincula con un estado en el que todas las cosas fluyen, se desplazan, se desbordan, se filtran sin apropiarse de un espacio concreto y definido, y en periodos de tiempo limitado. Se plantea pensar lo líquido, mediante sus posibilidades y tensiones, como una metáfora de los tiempos actuales y en esta línea se retoma esta noción para la producción de una serie de libros de artista. Asimismo, se propone la implementación estrategias formales que permitan reflexionar sobre el rol del espectador en relación con las distintas posibilidades que brinda desplegar e interactuar con los libros.

 

El libro de artista como obra conceptual

De acuerdo con la autora Roberta Smith (2000) a mediados de 1960 comenzó una serie de actividades conocida como arte conceptual, idea o información, que fue parte de un abandono general del artículo de lujo único, permanente, aunque portátil, el objeto de arte tradicional. En su lugar surgió un énfasis en las ideas en, alrededor y acerca del arte, mediante propuestas escritas, fotografías, documentos, gráficos, mapas, filmes y videos. El contexto artístico, invadido por la proliferación de nuevos comportamientos, fue calificado como:

 Una clase de arte que tuvo, sin considerar la forma que tomó (o que no tomó), su más completa y más compleja existencia en las mentes de sus artistas y su público, que reclamaba una clase nueva de atención y participación del espectador [...] que buscó alternativas tanto para el espacio circunscripto de la galería de arte como para el sistema de mercado del mundo del arte (Smith, 2000)

En esta década el arte inaugurará una profunda transformación que perseguía la intensificación de la experiencia del espectador, a través de diversas estrategias que lo apartaban del cómodo papel de voyeur para transformarlo en parte constitutiva de la obra.

En este contexto se produjo una nueva categoría: los libros de artista, reconocidos como obra de arte que remite al objeto libro y a su dispositivo, fundamentalmente a través de su formato. Puede estar elaborado en su totalidad por el autor o tratarse de un libro ya existente e intervenido plásticamente. A partir de las características formales del libro, el artista lleva a cabo diferentes apropiaciones sin que su producción deje de identificarse como libro. Es considerado como una expresión del arte conceptual, en tanto se desplaza la atención del objeto en favor de la idea y el proyecto, y las conductas participativas del espectador como parte constitutiva del sentido. Como parte de un campo teórico en constante transformación resulta difícil establecer una definición cerrada del libro de artista.

El libro de artista, a diferencia de una obra tradicional, está sujeto en la raíz de su configuración a lo ambiguo, en el sentido que puede desplegarse a la mirada del espectador de varias formas, según las diferentes trayectorias de lectura que permita y que el receptor descubra. Por este motivo puede decirse que no se trata de producciones del todo acabadas, sino que se completan al entrar en contacto ellas determinado espectador. Por eso es posible afirmar también que el libro de artista ofrece una manipulación directa del receptor sobre la materialidad de la obra. En ese intercambio nacen las posibilidades narrativas del libro de artista, en la confluencia entre las operaciones de recepción y reconocimiento.

También supone una identidad formal entre las partes que la componen y estrategias de integración entre esas partes que propongan modos de conexión que articulen los distintos componentes del libro. La textura del papel, las telas, los metales, los plásticos u otros materiales que conformen las hojas y las cubiertas, los troquelados, los pliegues, las costuras, la tipografía y el color hilvanan la integración de una página a otra, no sólo plástica de la obra. Es así como el libro de artista cobra significación en el encuentro que toda narración supone entre un autor y un lector por medio de ese contacto que apela a distintas competencias y sentidos.

La actividad del receptor es así central y constitutiva de la propuesta artística que se extiende en el intercambio que permiten las diferentes prácticas que acciona cada espectador. No se trata sólo de un contacto meramente visual, sino también táctil y de intervención directa en el desarrollo o devenir de la obra durante el tiempo de lectura. Asi como también, la Instalación en relación a la incorporación del espacio circundante en la experiencia estética del espectador, y por lo tanto, centrales para entender tanto la relación espectador-obra como obra-entorno. De la participación en una experiencia completa que incluye el objeto, tu cuerpo, el espacio y el tiempo de tu experiencia.

 

ANTECEDENTES

En relación con las producciones artísticas propias retomo la misma línea de trabajo de los libros de artista denominados: “Hacerte” (2015) y “Etérea” (2017). En dichas obras se desarrollaron como procedimientos el fotomontaje y collage. Apelando a las posibilidades que brinda el abordaje de la imagen como imagen-texto, e imagen seriada. Aspiro a retomar dichos procedimientos, utilizar técnicas propias del grabado como la serigrafía y electrografía; y fotografías propias que pretendo intervenir manualmente y en digital. En cuanto a la materialidad, voy a utilizar distintos papeles en cuanto a gramajes y opacidad como vine trabajando anteriormente en mis obras.  

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Figura 1. Fotografía de Libro de Artista “Hacerte” (2015)

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Figura 2. Libro de Artista en Formato Digital “Hacerte” (2015)

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Figura 3. Fanzine “Hacerte” (2015)

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Figura 4. Fotografía de Libro de Artista “Etérea” (2017)   

REFERENCIAS DE OBRAS

Para este proyecto se toma como referencia la obra de los artistas Edward Ruscha y Javiera Pinto Canale, para pensar en torno a las estrategias de plegado, montaje y el modo de operar respecto al espectador de los Libros de Artista.

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Figura 1.Twenty-six Gasoline Stations (1963), Edward Ruscha

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Figura 2. Límite por precisar (2012), Javiera Pinto Canales

DESARROLLOS CONCEPTUALES DE LA REALIZACIÓN

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La producción plástica consiste en tres libros de artista que entrelazan de modo poético rasgos de los tiempos en contexto de pandemia desde una reinterpretación y reflexión sobre las posibilidades y tensiones de la idea de lo líquido. Los libros se llevaron a cabo en primer lugar por medio de un registro fotográfico realizado a lo largo del año 2020. Estas imágenes fueron reeditadas en un programa de edición, en el que utilice ciertos procedimientos y herramientas, para realizar zoom y recorte, ajustar la luz y el contraste, el color; así como producir pruebas de transparencias por medio de capas y montajes que luego fueron retomados en el armado de los libros. El formato y la encuadernación de estos dispositivos cuentan con la particularidad de que permiten el “despliegue” de cada uno, aportando al espectador diferentes maneras de desplegar y abordar la obra. Lo que posibilita pasar sus páginas, retroceder, desplegarlas y leer visualizar un discurso plástico en secuencias espacio-temporales.

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Libro I: En el mes de marzo y abril del año 2020 hice los primeros registros de la serie terrazas para este libro, en el cual se buscó representar a modo de metáfora un tiempo detenido que difiere en algunos aspectos de lo líquido porque surge desde el punto de vista de la espera, la incertidumbre y el vacío que se traduce en la reproducción y repetición de la misma fotografía como despliegue de un tiempo en la quietud.

 

Libro II: Son tres libros en serie que representan los vestigios producto de la fluidez y el paso de un tiempo. La percepción de este se vincula con la memoria y las huellas, y en este sentido realicé un registro fotográfico de una pared de mi casa, en la que a raíz de una mudanza retire todo lo que tenía colgado y pegado con distintas cintas adhesivas. Estas cintas tras dos años dejaron como una impresión sobre la pared, marcas que evidencian el paso del tiempo. Los libros son de pequeño formato,se pueden desplegar hasta conformar una imagen en su totalidad, permitiéndole al espectador abordar la obra de distintas maneras.

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Libro III: Este libro pretende representar un tiempo en movimiento, variable, que se desplaza, que se desborda, en el que cada situación es distinta a la otra. Este lo realizare con archivos fotográficos que tome entre el mes de agosto y septiembre del tránsito y movimiento que empezó a irrumpir nuevamente en las calles.

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Libro I.

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Serie Libro II

Libro II. Serie.

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III

Libro III

CONSIDERACIONES FINALES

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La materialización de los libros de artista supuso el desarrollo de diversas estrategias formales que se tradujeron en la representación de algunas nociones acerca del tiempo en contexto de pandemia. Las ideas desarrolladas por el autor Zygmunt Bauman sobre los “Tiempos líquidos” ,fueron reinterpretadas desde sus posibilidades y tensiones, lo que permitió configurar la representación de ciertas temporalidades registradas en el año 2020. Esta idea a medida que fui desarrollando y materializando la producción plástica se fue transformando para representar poéticamente el recorrido de estas temporalidades, a través de las fotografías, los recursos formales y las posibilidades de despliegue que presentan cada uno de los libros.

 

BIBLIOGRAFÍA

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BECCARIA H. et al (2011) “Museo privado de libro de artista, colección Alfredo Portillos”. Recuperado de http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/38392/Documento_completo.pdf?sequence=1&isAllowed=y

SMITH R. (2000) “Arte conceptual”, en Stangos, N. (comp.) Conceptos del arte moderno. Barcelona: Ediciones Destino.

BECCARIA H. et al (2010) “El libro de artista como experiencia artística de interfase”

Recuperado de http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/39006/Documento_completo.pdf?sequence=1&isAllowed=y

BAUMAN, Z. (2005) “Modernidad líquida”, Fondo de Cultura Económica: Argentina.

Referencias de producciones artísticas

Ruscha, E. (1963). Twenty-six Gasoline Stations. Recuperado de

https://www.laimprentacg.com/edward-ruscha-y-el-libro-de-artista/

Pinto Canale, J. (2012). Límite por precisar. Recuperado de

https://urdimbrediciones.com/conozcamos-a-javiera-pinto-canales

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